– Se dice que el cuarteto de cuerda es la formación más exquisita que existe dentro de la música de cámara. ¿Comparten esta opinión?
Es la forma más íntima y pura de música de cámara. Es como si cada uno de nosotros fuera un cuarto de una línea musical. Nuestros cuatro instrumentos son de la familia de cuerdas, por lo que básicamente son versiones del mismo en diferentes tesituras. También es clave el número cuatro, que supone el equilibrio perfecto para expresar prácticamente cualquier cosa manteniendo la calidad pura y desnuda de solo cuatro líneas. Además, el cuarteto exige centrarnos en los demás más que en nuestras propias partes, y que planifiquemos y entreguemos una interpretación de la partitura que salga de una sola mente, de un solo corazón.
– Prácticamente todos los compositores de la historia escribieron obras para cuarteto y prueba de ello es el repertorio que ofrecen hoy. ¿En qué medida su concierto permite ver la evolución del género desde el XVIII?
Tocaremos un cuarteto de Haydn, considerado el padre del cuarteto de cuerda porque estableció ese género como uno tan importante y público como la sinfonía. Su ‘Cuarteto nº 1, 54’ es brillante y soleado y transmite una verdadera sensación operística en el movimiento lento. En cuanto a ‘La Muerte y la Doncella’ de Schubert, es quizá uno de los cuartetos más famosos de la historia de la música, y eso se debe a sus cualidades dramáticas, operísticas y emocionales. Las ‘Tres piezas’ de Stravinsky son una joya de invención e imaginación, ya que el compositor utiliza el cuarteto de cuerdas para producir sonidos y colores que emulan otros instrumentos o escenas, además de los propios del escenario.
– ¿Cuáles son los principales alicientes y dificultades de tocar en un cuarteto de cuerda?
Disfrutamos haciendo música en un ambiente íntimo, con un equilibrio perfecto de instrumentos y un repertorio increíble. Después de tocar juntos durante muchos años sentimos, además, una maravillosa libertad. Aparte de los aspectos musicales, también significa que eres tu propio jefe, puedes organizar tu agenda como quieras, trabajas en una verdadera asociación democrática, puedes viajar y ver mundo. A veces puede ser difícil tener una relación
tan cercana con otras tres personas, pero es extremadamente enriquecedor y aprendemos constantemente unos de otros.
- En la actualidad hay grupos de gran calidad formados por jóvenes. ¿Qué creen que tiene el género para que atraiga a tantos instrumentistas?
Los mayores atractivos son tanto el repertorio como la naturaleza personal de esta forma de hacer música. Estudiar e interpretar la producción musical de grandes compositores, hacerlo además con amigos y apasionados, es gratificante y enriquecedor. Pasamos nuestras vidas estudiando música, explorando nuestra voz personal y desarrollando nuestra opinión, tanto individual como colectiva. Esperamos seguir aprendiendo y desarrollándonos hasta que ya no podamos coger nuestros instrumentos. No hay muchos lugares dentro de la música clásica donde esto sea tan posible.
- ¿Qué momento vive la música de cámara en la actualidad?
Hemos visto un gran cambio. Los artistas están llevando la música de cámara a lugares donde tradicionalmente no se tocaría. Los conjuntos escriben y arreglan su propio material y cruzan diferentes géneros. Es un momento emocionante.
- ¿Se puede vivir solo de tocar en un cuarteto de cuerda?
Antes sí, pero ahora es más difícil. Por eso hacemos otros trabajos. No sólo porque tenemos que hacerlo, sino porque disfrutamos de las diferentes experiencias. ¡Todo se retroalimenta!
- El Diario Vasco - M.J.Cano