Diego Martín-Etxebarría, Principal Director Residente del Teatro de la Ópera de Chemnitz, continúa firmando una temporada excelente en Alemania. El director vasco, que este mes de febrero está al frente de la Robert-Schumann-Philharmonie en los ballets El Cascanueces de Tchaikovsky y Romeo y Julieta de Prokofiev y en las óperas Hansel y Gretel de Humperdinck y El rapto en el serrallo de Mozart, ha recibido los elogios de la crítica del país por sus trabajos discográficos más recientes con la agrupación.
La revista especializada Das Opernglas hablaba así de su grabación de la ópera Der Schuhu und die fliegende Prinzessin de Udo Zimmermann:
<< El principal director residente del Teatro de Chemnitz motiva a la Robert Schumann Philharmonie hacia una brillante transparencia, haciendo que los dos CDs sean un placer de escuchar. El consumo de un producto artístico de agradable modernidad para el salón de casa está sin duda garantizado, y no sólo como consecuencia de que los teatros de ópera estén cerrados o no visitados por miedo al contagio >>
Por otro lado, la revista cultural Ioco, entre otros elogios, comentaba sobre este trabajo:
<< Los músicos de la Filarmónica Robert Schumann, bajo la dirección de Diego Martín-Etxebarria, superaron los retos de la inusual partitura de la manera más sorprendente. Lo que ciertamente parece música electrónica son sonidos grabados con los instrumentos orquestales habituales, transformados por medios electrónicos >>
Gran acogida de su 'Oratorio de Navidad' en Bilbao
El director cerró 2021 en el Teatro Arriaga de Bilbao con la escenificación de las tres primeras cantatas del Oratorio de Navidad, Weihnachtsoratorium BWV 248, de J.S. Bach al frente de la Orquesta Sinfónica de Bilbao, una producción propia con la dirección artística de Calixto que cosechó un gran éxito entre el público y la crítica.
<< El maestro Diego Martín-Etxebarría lidió con todo el material musical y teatral con la capacidad y seguridad de alguien bregado y bien bregado en muchos fosos. Su trabajo me pareció meritorio y exigió una gran concentración para tener todo ordenado y encauzado. A ambas manos del maestro estaba ordenada la Sinfónica de Bilbao, como es lógico reducidísima. También de este lado se disfrutó de una buena labor, lográndose un buen sonido -algo diría que no tan sencillo dados los condicionantes- y una prestación global pulcra y solvente, también muy viva y merecedora, como el resto de los artistas y entidades mencionadas, de una gran ovación que arreció cuando salió a saludar Calixto Bieito con el resto del equipo responsable >> J. Lopezortega, Mundoclásico